Si la verdad, según dicen, siempre es lo mejor ¿Por qué rajuña tanto el corazón y hace llover sobre los ojos? ¿no debería ser la verdad un motivo de regocijo? Quizá sí lo sea, pero no estamos hechos para escuchar la verdad, porque no somos puros para entender con una sonrrisa algo que por el momento atropeya los pensamientos, como lo puede hacer un tren imparable a una estatua. Nadie puede evitar su derrumbe. Y... ¿Luego que?... solo serán cenizas, y pocos sabrán realmente lo que significaba aquello que estaba construido.
Pero la verdad es que la verdad no es dolorosa, pero inyecta como veneno solo a aquellos a quienes puede matar.
Cortarme la mano y dejarla junto a ti... ha sido la verdad más inexistente posible, pues en éste paraíso no hay cuerpo que haya oído nuestro amor; solo tu y yo. Eso, cuando éramos tu yo... porque la verdad es que ya no somos; y esa vedad nos separó también... porque aunque en un día fuimos la verdad arrancó mi mano de la tuya asficciandola con el canto de la conciencia.
Y esa verdad me dolerá o me hará feliz si así yo lo decido.